Eran 100 ovejas

Muchas veces cuando se nos invita a la iglesia contestamos negativamente, ¡Estoy muy ocupado; no tengo tiempo! Nos cuesta encontrar un tiempo para escuchar a los demás, dejar nuestras preocupaciones e interesarnos en lo que está pasando en nuestros hogares, con nuestra familia, con nuestros amigos. ¿Sin mencionar el tiempo que dedicamos para escuchar la palabra de Dios y hablar con él por medio de la oración? Escuchar a Dios es recibir su mensaje que nos dejó escrito en la Biblia. Juan 10:27-29 (RVR1960) 27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Es necesario que escuchemos la palabra de Dios. Jesús nos dice: En verdad, en verdad os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida. (Juan 5:24) dicho en otras palabras significa tomarnos un tiempo para leer su Palabra. ¡Es permitir que la palabra de Dios forme nuestros pensamientos!, Efesios 5:17 Reina-Valera 1960 (RVR1960)17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.