Proverbios 1:5 dice: "El
entendido adquiría consejo".
No siempre que una persona
habla con orgullo acerca de lo que es o ha hecho es portadora de esta lógica.
Lo que delata la existencia de ese mecanismo de presumir justamente
de lo que se carece es el hecho de que hay “un plus” en tal actitud. Se
enfatiza demasiado en ello y con demasiada frecuencia. Se tiene como bandera.
Hay una exageración que resulta notoria.
EL ORGULLO es uno de los
factores que más contribuyen a los desórdenes mentales y emocionales. El
orgullo atormenta y destroza al hombre, consume y vacía su alma y
cuerpo de toda energía. El orgulloso está distorsionado mental y
emocionalmente.
EL ORGULLO se resiente ante la corrección
o la sugerencia con la actitud de: Yo sé lo que estoy haciendo, nadie
me tiene que decir lo que debo hacer, dese cuenta con quién está hablando. Pero
Proverbios 1:5 dice: "El entendido adquiría consejo".
EL ORGULLO hace muy
difícil decir: ¡Estaba equivocado, lo siento! (Lv.26:40-41). El orgullo
justifica los errores y equivocaciones para proteger el Yo. Una señal
de fuerza y nobleza es reconocer que somos humanos y que cometemos
errores, pero una persona orgullosa es débil y necesita vindicarse a sí
misma y quiere tener siempre la última palabra. Job encontró fallas en Dios, pero
ninguna en él, y se hizo más justo que Dios. Job dijo que prefería morir antes
que cambiar de parecer (Job 27:2-6; 35:2).
EL ORGULLO no olvida una
ofensa. ¡La humildad la deja pasar! "Honra (del hombre) es pasar por alto
la ofensa" (Pr.19:11). Una persona orgullosa exige vindicación y justicia para
sí misma. El orgullo demanda una disculpa por pequeñas ofensas y a la
vez, hace muy difícil que el ofensor pida perdón.
EL ORGULLO hace difícil el perdonar. El
orgullo reflexiona en las ofensas y habla extensamente de ellas.
¡Me duele! y hace saber a todos lo sucedido.
EL ORGULLO está tan centrado en el YO,
que es súper sensible a sus propias heridas, pero muy insensible a las heridas
de otros y no se da cuenta cuando hiere a otros (uno puede herir a otro y ser
insensible)
EL ORGULLO es la fuente de la rebelión,
desafío y venganza. Satanás en su orgullo quería estar a la cabeza y cuando no logro
sus propósitos, se volvió desafiante y vengativo. Desde entonces él ha hecho
todo lo posible para apartar de Dios a todos los habitantes del cielo y de
la tierra. El orgullo ha hecho a Satanás locamente celoso de todas las
posiciones de liderazgo. El socava la autoridad a todo nivel.
EL ORGULLO es independiente e insensible
con actitudes como esta; ”Yo” no te necesito a ti, ni a
nadie más. Yo puedo hacerlo a mi manera, conmigo basta y sobra; nadie
me dice a mí lo que debo hacer". (ICo.10:12; Pr.18:12). La humildad dice:
"Por favor ayúdeme, no tengo todas las respuestas, en realidad necesito
sus consejos y sus oraciones no lo lograría sino fuera por usted!".
EL ORGULLO hace al hombre
complicado y muy técnico. Los hombres con humildad están libres de luchas y
contiendas. La humildad sosiega las guerras y luchas internas.
Rendirse es la palabra clave para la paz. La paz llenará nuestras almas al
someternos a Dios y apreciar y escuchar a nuestros hermanos en Cristo
(Pr.13:10; Stg.4:6-10).
EL ORGULLO causa que uno endurezca
su corazón. Un corazón orgulloso es duro y lleno de pleito y resistencia.
Faraón endureció su corazón vez tras vez (Ex.8:15). Pide a Dios que te dé un
corazón de carne, un corazón que no se resista. Recuerde que un
corazón duro se opone a Dios y a su gracia (Stg.4:6; 1P.5:6; Pr.3:34;
Sal.138:6; 2Cr.36:11-13).
EL ORGULLO trae engaño, hace pensar al
hombre que puede hacerlo mejor que todos los demás, incluyendo a
Dios. "Profesando ser sabios y se hicieron necios" (Ro.1:21-22;
Gá.6:3; Ro.l2:3; 1 Co.8:2).
EL ORGULLO es una de las razones
principales por la que una persona no puede llevarse bien con los demás. Por el
orgullo la gente no puede afrontar las situaciones de la vida. El
orgullo no puede manejar las ofensas, y no puede soportar que se le contradiga.
"No puedo más, voy a volverme loco"; a menudo es dicho por personas
que no logran sus caprichos. Satanás no pudo salirse con la suya y desde
hace tiempo él ha venido atormentándose con malos sentimientos. Pero
las personas que han experimentado la humildad genuina son capaces de manejar
las situaciones. ¡Su espíritu es libre!
EL ORGULLO es la razón principal de las discusiones. (Pr.13:10).
Únicamente por el orgullo viene la contienda. Los hombres sabios son
flexibles, gentiles, razonables y capaces de respetar los deseos y puntos de
vista de otros sin comprometer sus convicciones.
EL ORGULLO es la razón por la cual no
podemos quebrantarnos delante de nuestros hermanos y delante de Dios. Para
algunos, quebrantarse delante de Dios o delante de los hermanos es una señal de
debilidad, pero no es cierto. La persona débil es aquella que se ha endurecido.
A causa del orgullo Zedequías rehusó escuchar la palabra de Dios y rendirse a
ella. Tuvo miedo de ensuciar su reputación causando que Jerusalén fuera quemada
y sus hijos sacrificados (Jer.38:17-23, 2 Cr.36:11-13).
EL ORGULLO es la razón principal de la
desunión. Por naturaleza el hombre busca promoverse a sí
mismo y a sus ideas: "Porque todos buscan lo suyo propio (intereses), no
lo que es Cristo Jesús" (Fil.2:21). En una ocasión Dios habló a
cierta iglesia y le dijo: "En el lugar bajo hay unidad donde
ustedes pueden estimar a otros más que a sí mismos". (Fil.2:3;
Ro.12:10).
EL ORGULLO es la razón por la que la gente
cree ser mejor que otros (Dt.17:20). El orgullo es también la razón de jactarse
y fanfarronear (Jer.9:23-24). El orgullo (que es el engaño)
hace pensar a la gente que son extraordinarios y únicos, tal vez por su éxito,
algún don especial ó talento. Pero.. ¿Por qué hemos de mirar a otros por
encima del hombro? Todo lo que poseemos nos ha sido dado por Dios
(Jn.3:27; 1Co.4:7; Dt.8:17-18). Aun el apóstol Pablo era vulnerable
al orgullo, a pesar de ser lleno del Espíritu y haber tenido la experiencia de
morir al pecado (Compara Romanos 6:6 con 2Corintios l2:7).
EL ORGULLO resiste la
Palabra de Dios y está pronto a decir que otros están "fuera de
orden" o son "falsos" (Jer.43:2). Los orgullosos acusaron a
Jeremías de profetizar falsedad. El orgullo, por lo tanto, destruye el
discernimiento. La iluminación es fruto de la humildad (Mt.11:25)
EL ORGULLO hace a la persona creerse
infalible. El engaño y las falsas ideas vienen del orgullo. El orgullo trae el
pecado de la presunción. Hay personas que dicen que nunca han cometido errores.
¡Pero esto es engaño y orgullo! Nuestra actitud debería ser: "Es tan fácil
para mi mente y mis emociones distorsionar lo que tú tratas de
decirme, por favor gobierna mi ser, te necesito en cada momento Señor"
(Jn.5:19,30).
EL ORGULLO es lo opuesto al amor. El
amor es totalmente desinteresado (1Co.13). Pero el orgullo busca sus
propios intereses. "¿Qué hay para mí aquí?" El orgullo solo piensa en
sí mismo. ¡YO! Si el orgullo es lo opuesto al amor, entonces el
orgullo también genera el odio.
EL ORGULLO es un enemigo de Dios, el
orgullo resiste a Dios. El orgullo desafía a Dios y a su voluntad. El orgullo
es independiente y se aparta de Dios. El orgullo y la dureza de corazón van de
la mano. Siempre que alguno endurece su corazón, es porque tiene un
corazón orgulloso. Dios odia el orgullo y nosotros también debemos odiarlo
(Pr.6:16-17; 8:13; 1 Jn.2:16-17). Dios no puede bendecir un corazón orgulloso y
duro. El dolor y el sufrimiento tienen el propósito de destruir el orgullo
y la dureza, para que así Dios pueda bendecirnos.
EL ORGULLO no nos permite
vencer a Satanás, es muy orgulloso. Si somos como él y actuamos como él,
no tenemos poder alguno sobre él. La humildad y ser como el Cordero
es la clave para tener autoridad sobre el orgulloso (Satanás). Cuando un
creyente o predicador comienza a jactarse se aparta de la cobertura de Dios,
Satanás lo atrapa y el hombre cae. Elías se burló, pero aún quedaba
una reina por vencer. Satanás obró a través de esta mujer para amedrentar
a Elías, y hacerlo huir (1 R.18:27; Pr.16:18; 18:12; 29:23)
EL ORGULLO no reconoce el amor. Puede destruir
matrimonios, amistades, noviazgos, familias porque no es capaz de decir:
perdóname, me arrepiento, tomé mal una determinación, te amo. Por eso el
orgulloso sufre más en su alma que a quienes les ha causado dolor. El orgulloso
antepone el amor por sus propios intereses. 1 Corintios dice: "El amor es
sufrido, es benigno; El amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se
envanece. No hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda
rencor. No se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre,
todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser… Y
ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres. Pero el mayor de
ellos es el amor"
El refrán dice “Dime de qué
presumes y te diré de qué careces” para sintetizar esos casos en los que una
persona se atribuye una virtud, pero no tarda en dar señales que
contradicen eso mismo que pregona.
En este caso, lo “promocionado” es algún
rasgo o atributo que la persona se adjudica a sí misma.
“Todo hombre tiene tres
variedades de carácter: el que realmente tiene; el que aparenta, y el que cree
tener”
-Alphonse Karr
En realidad, quien está
inmerso en este mecanismo no es consciente de ello. Todo lo contrario.
La
persona de verdad cree que promover ciertas ideas o valores, utilizándose a sí
misma como modelo de ello, es una cruzada genuina.
En el fondo, su
intención no es tanto convencer a otros, como persuadirse a sí mismo de que
esto es verdad.
Todo el tiempo tratan de probar lo que pregonan con
acciones y argumentos concretos.
Presumes en exceso de lo que
quisieras ser, pero no eres.
Lo que parece un charlatán que
predica más de lo aplica es en realidad una persona atrapada en el marco de un
mecanismo de defensa. Dicho mecanismo se conoce como “formación
reactiva” y consiste en poner en marcha un comportamiento para eludir un deseo
reprimido.
En otras palabras, la persona desea algo que le parece
censurable. Y para defenderse de ese impulso inconsciente, comienza a actuar
forzándose a hacer todo lo contrario.
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